lunes, 16 de agosto de 2010

La confusión de la Virgen del Puente

El arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, exhortó a los feligreses a no caer en supersticiones al ser cuestionado sobre la supuesta aparición de una virgen formada por salitre en un puente vehicular.

Monseñor aclaró que este tipo de apariciones se prestan para que la gente lucre con la fe, por lo que pidió a los sacerdotes no alimentar “pretendidas apariciones” que son contraproducentes con la fe.

Explicó que los creyentes deben fijar su devoción en lo que ha enseñado la iglesia y no buscar imágenes que van en contra del respeto hacia la Virgen de Guadalupe, quien dejó una imagen en el Tepeyac.

“(Se debe dejar de) andar buscando milagros, como con frecuencia sucede, inclusive en lugares que irían totalmente en contra de lo que sería el verdadero respeto a la imagen de María, en lugares de lo más insospechados, hasta en una tortilla, un comal, en una penca de nopal” comentó.

El prelado subrayó que los creyentes buscan manifestaciones sobrenaturales; sin embargo, éstas son mal encauzadas a través de pseudo revelaciones. Por ello, hizo un llamado a buscar la cercanía con la virgen a través del magisterio de la iglesia.

“No caer en supersticiones y en ciertas pretendidas apariciones o seudo apariciones que frecuentemente sólo confunden a la gente, que no conozco en este caso concreto y que a veces se presta para que haya personas que lucren con esas pretendidas apariciones”, aseguró.

Por tanto, pidió a los sacerdotes de cualquier congregación religiosa evitar “alimentar esa actitud de la fe”, ya que es contraproducente con la misma, pues van en contra de la devoción mariana.

Cuestionado sobre la posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación apruebe la adopción por parte de matrimonios homosexuales, Martín
Rábago aseguró que es una ley antropológica la que defiende la iglesia y no una ley creada por ésta misma.

Negó que exista una lucha entre “togas y sotanas”, pues la naturaleza del ser humano, dijo, es la unión entre hombre y mujer, a quienes su misma constitución física les permite procrear, por tanto la iglesia no es la que se opone, sino la naturaleza.

“Es la antropología misma la que exige que la unión de afecto, de fecundidad se realice entre hombre y mujer, en orden a la procreación de la vida. No es la iglesia la que dice que la unión entre dos personas del mismo sexo no debe dar origen a la vida. “Consiguientemente, el acompañamiento de los hijos es en el proyecto mismo de Dios, que tiene que tener el aporte masculino y femenino, que es lo que da el equilibrio, el desarrollo integral del niños”, enfatizó.

El líder religioso de la Arquidiócesis de la ciudad de León aseveró al respecto, que el único afectado sería el niño adoptado desde la perspectiva de una antropología sana, pues desde su punto de vista consideró que la adopción de niños por parejas de homosexuales, no puede tener sino repercusiones
que no serán favorables para los niños..


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