viernes, 22 de octubre de 2010

El gran cisma modernista del Siglo XXI





La agitación de la vida cultural de finales del siglo XX (1960 - 1990) afectó a la sociedad en todas sus formas. Se efectuó en casi todos los aspectos de la civilización occidental, y tuvo una influencia mínima en la civilización de la Europa del este. 

Algunos dicen que fue planeado realmente así, como un complot comunista para socavar las bases morales de los aliados occidentales durante la Guerra Fría.

Tal vez haya algo de verdad en esto.

Si ese fuera el caso, sin embargo, lo que parece haber fracasado al menos en cierto grado en Rusia y Europa oriental es problema de ellos mismos que tienen que lidiar con algo de la misma podredumbre cultural en la que nuestra civilización occidental se ha ocupado durante décadas. 
Independientemente de la causa, la culpa recae en nosotros mismos. Nadie le puso una pistola en la cabeza a la civilización occidental. Hemos aceptado esta basura colectivamente con los brazos abiertos en el pasado durante la década de 1960 y 70. Ahora pagamos el precio por ello a nivel social y en el ámbito gubernamental.

Para el cristianismo, la agitación social de finales del siglo XX marcó el inicio de la realineación de las denominaciones occidentales, y el comienzo de una caída del protestantismo tradicional en general.

Lo que estamos viendo en nuestro tiempo es el fracaso del experimento de la Reforma en el catolicismo, y de como las denominaciones protestantes poco a poco fueron abriéndose paso en el basurero de la historia, que se inició en la década de 1960 y continuó durante la década de 1990. Este fue el surgimiento de los no confesionales y los no afiliados en cualquiera de las mega-iglesias. 

Esta actitud motivó la aparición de un cambio cultural masivo en el mundo protestante, que fue el resultado de la salida de los descontentos, motivados por esa modernidad  al interior de sus principales denominaciones tradicionales. ¿Por qué? La razón principal de esto fue la influencia del "pensamiento de actualidad"o dicho de otra manera el "modernismo".




Como el Modernismo se fue deslizando en las principales Iglesias o denominaciones religiosas, motivó que muchos feligreses de cualquier denominación adoptaran puntos de vista socialmente más liberales hacia la anticoncepción, el aborto, la homosexualidad y el "matrimonio gay". Una buena parte de los protestantes tradicionales y conservadores salieron de sus iglesias infestadas de modernidad y comenzaron con otras nuevas, queriendo estar ya sin la influencia de esta corriente. 

Algunos regresaron a sus tradiciones, como se evidencia por la Comunidad Anglicana, y la llamada Iglesia Internacional de Cristo. Ellos se liberaron de todas las conexiones con su Iglesia, y otros de alguna manera crearon nuevas afiliaciones, o bien, se mantuvieron en plena autonomía como individuos libres de cualquier congregación.

Así que ahora que el polvo del caos cultural  de finales del siglo XX se está asentando, lo que vemos en el lado del cristianismo occidental es la caída de las denominaciones protestantes tradicionales. Cuanto más fuerte las Iglesias están infectadas por el modernismo liberal, más difícil se hace la lucha por sobrevivir, así como por el mismo motivo disminuyen sus miembros. 

Las Iglesias protestantes han encontrado una manera de mantener su influencia sobre el gobierno y la cultura por un lapso de tiempo muy corto, mediante la participación en una especie de falso ecumenismo, lo que les permite combinar las ideologías de las iglesias con las del gobierno para que juntos no lleguen a disolver sus estructuras. Esto funciona por un momento, es una manera de trabajar que dá frutos de manera muy fugaz, y que con el tiempo el número de seguidores se reducirá aún más y a causa de eso dentro de una década empezaremos a ver la venta de propiedades de éstas Iglesias sólo para pagar sus deudas. Caso contrario si los evangélicos se pueden colgar del gobierno el tiempo suficiente, podrán evitar esa situación.

Por el lado católico también el polvo está empezando a asentarse. 

El Catolicismo ha sufrido mucho esta llamada de atención. La homosexualidad y el abuso por parte de clérigos, son los mayores escándalos que la cubren en América y en gran parte del mundo.
Todo esto marca el fruto de la modernidad y de la influencia liberal en el clero católico y sus instituciones. 
Una vez más, la modernidad liberal dentro de la religión ha demostrado ser un fracaso colosal de proporciones épicas. La diferencia entre el mundo católico y el mundo protestante es la forma en que se manejan. En el mundo protestante vimos un éxodo masivo, a partir de la década de 1960 y a través de 1990, alejándose de sus principales denominaciones.

En otras palabras, los conservadores se mantuvieron en su posición. En el mundo católico, sin embargo, estamos viendo a detalle escenas de limpieza detrás de la calma que implica la jubilación anticipada de algunos obispos católicos, la inquisición de diversas órdenes religiosas, y la aparición de nuevas órdenes católicas ortodoxas tradicionales. Algunos ejemplos de esto último son la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro (FSSP), el Instituto de Cristo Rey, la gran masa de las sociedades de América de todo tipo, el Opus Dei, acompañado por los nuevos conservadores en los órdenes sociales, la lucha por la reivindicación de los Legionarios de Cristo y las sociedades respaldadas por el Papa y  funcionarios de alto rango dentro de la Iglesia. 

La aparición de la Comunión Anglicana y Provisión Pastoral en 1980 ilustra una forma en que el rechazo de la modernidad liberal en el mundo protestante dio lugar a la convergencia con los que rechazaron la modernidad liberal dentro de la Iglesia Católica. 

Benedicto XVI, creó los Ordenes Anglicanas (Anglicanorum coetibus) dentro de la Iglesia Católica. En noviembre de 2009 la consolidó. Las Ordenes funcionan mucho como diócesis con su obispo ordinario propio, y funcionan en paralelo como una diócesis católica. 

En efecto, el ordinariato crea una especie de competencia amistosa con la diócesis católica regular, exprimiendo la influencia de los liberales del clero modernista. Esto, combinado con la liberación de la misa en latín a través del mutuo propio titulado "Summorum Pontificum", arremete efectivamente un cambio tectónico en la dirección de la Iglesia Católica. 

El momento puede ser lento, pero la corrección del curso también debe ser imparable.

Ahora al entrar en la segunda década del tercer milenio, cuando el polvo de la agitación modernista comienza a asentarse de la agitación social-cultural de la segunda mitad del siglo XX... en el mundo occidental parece que surge algo como esto ....

Las instituciones gubernamentales de las repúblicas occidentales y las democracias parlamentarias han sufrido un daño irreparable, torcido, y se han convertido en los baluartes de la modernidad liberal.
El entretenimiento en occidente y las instituciones de educación también han sido dañados más allá de lo que se pueda imaginar.
Las denominaciones protestantes se están desintegrando, poco a poco, pero cada vez con mayor intensidad.

El pensamiento moderno-liberal protestante a hecho la desintegración de la sociedad más fuerte que nunca, lo que demuestra que en mayor cantidad somos incapaces de aprender de los errores históricos, pero poco a poco esto atrae a los católicos liberales descontentos por las tendencias tradicionales emergentes en la Iglesia Católica.

Las mega-iglesias evangélicas se han convertido en campos de refugiados espirituales para los protestantes descontentos, pero prometen poco en el camino del desarrollo espiritual a largo plazo.
Muchos protestantes están comenzando a repensar sobre la Reforma y ven como nuevas puertas se abren para la reconciliación con la Iglesia Católica.

La muerte de los principales pensadores post-conciliares, unidos por su incapacidad para regenerarse en la próxima generación, y las tendencias tradicionalistas que emergen en la Iglesia católica, señala el descenso a la oscuridad que le espera el catolicismo liberal en el no muy lejano futuro.
La mayoría de los pocos seminaristas de hoy son socialmente conservadores. Muchos tradicionalistas.  Como el Summorum Pontificum se está llevando a cabo en todo el mundo, muchos seminarios en América comenzarán con la enseñanza de la forma extraordinaria de la Misa como parte de su proceso de formación.
Junto con esto vendrá un mayor énfasis hacia la ortodoxia tradicional. Esto, junto con la aparición de los ordinariatos Anglicanos crean de alguna manera algo similar de la ortodoxia tradicional inglesa, emergentes en la Iglesia occidental. 

Los católicos liberales ya han visto la línea tradicionalista que se maneja en el Vaticano y han organizado sus propios "consejos", sus propios círculos. Han adoptado mantener la línea liberal durante el mayor tiempo posible. Un ejemplo de ello es el Consejo Católico Americano que, según su propio sitio web, busca "la reforma en las estructuras que rigen en nuestra Iglesia para que reflejen los aspectos más positivos de la experiencia en América:... un espíritu democrático ..." 
Esta es el marca registrada del catolicismo liberal, porque saben que sólo a través de un proceso democrático pueden llegar a la Iglesia fuera de las amarras de liderazgo apostólico romano, y dirigir la Iglesia hacia la corrupción total modernista. 
Así es como lo hicieron en el mundo protestante, es por eso que quieren hacer lo mismo en la Iglesia Católica. Su sitio web cita como personaje a seguir al arzobispo Oscar Romero, un firme defensor de la Teología de la Liberación (es decir, el marxismo teocrático).

En realidad, lo que realmente tenemos con estos "consejos" es el surgimiento de un movimiento cismático, en el que finalmente quieren la preservación de su ideología liberal en la Iglesia Católica, pero hoy  es imposible debido al aumento de la ortodoxia dentro de la misma. 
Habrá un rompimiento y esto sucederá cuando sigan los pasos de los modelos protestantes. Cuando esto suceda (esperemos que no), veremos la creación de algún tipo de "Iglesia Católica Progresista", que contrastará con la Iglesia Católica Romana, y rápidamente absorberá lo que quede del protestantismo liberal, o bien serán absorbidos por alguna Iglesia más grande de la coalición protestante liberal, en función del grupo que sea más grande en ese momento.

Dentro de otros diez años, como el polvo de la revolución cultural de finales del siglo vigésimo se instalará por completo, lo que veremos será mucho más claro ....

Resurgirá la Iglesia Católica en sus tradiciones, se reunificará con el este, con la Iglesia Ortodoxa, y renacerá la Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia de los primeros cristianos  y los de la Edad Media. Pero también aparecerá un grupo cismático y herético que estará contra la Iglesia Católica encabezada por los liberales americanos y europeos.
La desintegración de las denominaciones protestantes y los grupos católicos liberales  absorberán a estos restos en el herético y cismático grupo que atentará contra el catolicismo, de la Iglesia Católica Romana.

El estancamiento y los primeros signos de decadencia en los campamentos de refugiados espirituales de evangélicos sin denominación o unidos a las mega-iglesias, llevarán a muchos evangélicos a repensar toda la reforma protestante.


La persecución de los cristianos tradicionales lo harán los súbditos del gobierno liberal, como el último grito agonizante de la modernidad liberal en el mundo occidental.

El surgimiento del Islam en Europa y Canadá será resultado de las influencias liberales y modernistas, que marcarán el fracaso catastrófico de los gobiernos en el mundo occidental. En un futuro lejano, quizá dentro de 20 a 50 años, podemos esperar un conflicto final entre las fuerzas del Islam en el mundo occidental, y lo que quedará de los gobiernos liberales. 




Esta será la caída de la civilización occidental... la recuperación y la reconstrucción le corresponderá a los católicos que permanecieron fieles a la Tradición. 

1 comentario:

  1. Este derrotero cronológico histórico está impregnado de mundanismo, propio de la época. Pensar siquiera que con las solas fuerzas humanas resolver la crisi actual es posible es toda una ilusión vana y carente de sentido religioso. Si no se vé al Modernismo como un castigo divino, entonces "Dios a muerto". Cristo redimió al mundo y lo restaurará cuando El lo quiera. En este estado de cosas es imposible que con las solas fuerzas humanas se restablezca el "orden" en la Iglesia Católica. Para los protestantes solo les queda o convertirse a la verdadera tradición católica o condenarse por la herejía con la que fornican.

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