Salida de Santiago Oriol, la primera baja sensible, luego del respaldo del nuevo delegado a superiores.
Ciudad del Vaticano. La congregación de los Legionarios de Cristo perdieron a uno de sus sacerdotes de referencia en España, Santiago Oriol, quien anunció públicamente su decisión de abandonar la orden fundada por Marcial Maciel.
Durante una reunión en Madrid la noche del miércoles, el presbítero informó a un grupo de padres de familia su intención de dejar también la guía del Colegio Everest, ubicado en la localidad de Pozuelo de Alarcón, a las afueras de la capital española.
Oriol anunció que además de él otros religiosos pertenecientes a la comunidad madrileña decidieron alejarse de la institución. A partir de ahora él estará incardinado a la diócesis de Getafe.
Miembro de una de las tradicionales familias de la Legión de Cristo (a la cual pertenecen tres hermanos y una hermana suya), el presbítero ha sido pilar del desarrollo de esa obra en la Península Ibérica.
Al respecto el responsable de prensa de los Legionarios en Roma, Andreas Schoggl, dijo a Notimex que durante este día será publicada una carta en España para informar a las familias el nombre del próximo director de esa escuela.
“En el texto se le deseará todo lo mejor en su futuro sacerdotal en Getafe. Su salida ha sido una decisión personal que se respeta. Agradecemos su trabajo de todos estos años y le aseguramos que estaremos unidos en la comunión de la Iglesia”, indicó.
“Siempre será un dolor que un hermano nos deje –agregó-, pero sabemos que se trata de una decisión meditada y no se le pone ningún obstáculo, sólo podemos ayudarlo a seguir adelante”.
La salida de Oriol es la primera baja sensible que sufren los Legionarios en España después de la carta que el 19 de octubre pasado envió el delegado pontificio para la congregación, Velasio De Paolis, en la cual dio un espaldarazo a los actuales superiores.
En ese documento reconoció que “algunos sacerdotes han expresado perplejidades, dudas y dificultades, sobre todo en relación con la reglamentación, sobre el ejercicio de la autoridad y sobre el nombramiento de los superiores o los cambios”.
“Algunos han pedido un tiempo de reflexión o han expresado su voluntad de abandonar la misma congregación”, agregó.
La misiva del delegado causó desconcierto entre algunos miembros de la Legión, mientras entre otros fue tomada con sentido triunfalista y un tercer sector se dedicó a analizarla con sensatez.
Uno de los puntos más comentados correspondió al apoyo brindado por De Paolis a los actuales líderes de la Legión, quienes han sido señalados dentro y fuera de la orden como corresponsables en el encubrimiento de los delitos Maciel, culpable de abuso sexual a menores, entre otras cosas.
El delegado escribió que “una dificultad resulta recurrente y es sentida por algunos, según la cual los actuales superiores no podían no conocer las culpas del fundador. Al callarlas habrían mentido. Pero se sabe que el problema no es tan simple”.
Agregó que, aunque conocían las denuncias de los periódicos desde la década de 1990 no tuvieron pruebas del fundamento de tales denuncias o la certeza de ellas, cosa que “llegó sólo mucho más tarde y gradualmente”.
Según el enviado papal en casos semejantes, “la comunicación no es fácil”, por ello aseguró que “se impone” la exigencia de “reencontrar la confianza” en esos mismos superiores para la “necesaria colaboración” actual.
Estas afirmaciones no fueron bien recibidas por diversos legionarios que esperaban la aplicación de medidas, al menos contra el actual director general, Alvaro Corcuera, y el vicario, Luis Garza Medina, ambos mexicanos.
La decisión de Santiago Oriol se suma a la que, en 2009, tomó otro legionario de referencia: el estadunidense Thomas Berg.
Aunque la congregación no ha dado números actualizados sobre la cantidad de sacerdotes que han abandonado sus filas desde el escándalo en torno al fundador, hasta hace algunos meses al menos unos 20 religiosos habían formalmente pedido su salida.
Ciudad del Vaticano. La congregación de los Legionarios de Cristo perdieron a uno de sus sacerdotes de referencia en España, Santiago Oriol, quien anunció públicamente su decisión de abandonar la orden fundada por Marcial Maciel.
Durante una reunión en Madrid la noche del miércoles, el presbítero informó a un grupo de padres de familia su intención de dejar también la guía del Colegio Everest, ubicado en la localidad de Pozuelo de Alarcón, a las afueras de la capital española.
Oriol anunció que además de él otros religiosos pertenecientes a la comunidad madrileña decidieron alejarse de la institución. A partir de ahora él estará incardinado a la diócesis de Getafe.
Miembro de una de las tradicionales familias de la Legión de Cristo (a la cual pertenecen tres hermanos y una hermana suya), el presbítero ha sido pilar del desarrollo de esa obra en la Península Ibérica.
Al respecto el responsable de prensa de los Legionarios en Roma, Andreas Schoggl, dijo a Notimex que durante este día será publicada una carta en España para informar a las familias el nombre del próximo director de esa escuela.
“En el texto se le deseará todo lo mejor en su futuro sacerdotal en Getafe. Su salida ha sido una decisión personal que se respeta. Agradecemos su trabajo de todos estos años y le aseguramos que estaremos unidos en la comunión de la Iglesia”, indicó.
“Siempre será un dolor que un hermano nos deje –agregó-, pero sabemos que se trata de una decisión meditada y no se le pone ningún obstáculo, sólo podemos ayudarlo a seguir adelante”.
La salida de Oriol es la primera baja sensible que sufren los Legionarios en España después de la carta que el 19 de octubre pasado envió el delegado pontificio para la congregación, Velasio De Paolis, en la cual dio un espaldarazo a los actuales superiores.
En ese documento reconoció que “algunos sacerdotes han expresado perplejidades, dudas y dificultades, sobre todo en relación con la reglamentación, sobre el ejercicio de la autoridad y sobre el nombramiento de los superiores o los cambios”.
“Algunos han pedido un tiempo de reflexión o han expresado su voluntad de abandonar la misma congregación”, agregó.
La misiva del delegado causó desconcierto entre algunos miembros de la Legión, mientras entre otros fue tomada con sentido triunfalista y un tercer sector se dedicó a analizarla con sensatez.
Uno de los puntos más comentados correspondió al apoyo brindado por De Paolis a los actuales líderes de la Legión, quienes han sido señalados dentro y fuera de la orden como corresponsables en el encubrimiento de los delitos Maciel, culpable de abuso sexual a menores, entre otras cosas.
El delegado escribió que “una dificultad resulta recurrente y es sentida por algunos, según la cual los actuales superiores no podían no conocer las culpas del fundador. Al callarlas habrían mentido. Pero se sabe que el problema no es tan simple”.
Agregó que, aunque conocían las denuncias de los periódicos desde la década de 1990 no tuvieron pruebas del fundamento de tales denuncias o la certeza de ellas, cosa que “llegó sólo mucho más tarde y gradualmente”.
Según el enviado papal en casos semejantes, “la comunicación no es fácil”, por ello aseguró que “se impone” la exigencia de “reencontrar la confianza” en esos mismos superiores para la “necesaria colaboración” actual.
Estas afirmaciones no fueron bien recibidas por diversos legionarios que esperaban la aplicación de medidas, al menos contra el actual director general, Alvaro Corcuera, y el vicario, Luis Garza Medina, ambos mexicanos.
La decisión de Santiago Oriol se suma a la que, en 2009, tomó otro legionario de referencia: el estadunidense Thomas Berg.
Aunque la congregación no ha dado números actualizados sobre la cantidad de sacerdotes que han abandonado sus filas desde el escándalo en torno al fundador, hasta hace algunos meses al menos unos 20 religiosos habían formalmente pedido su salida.
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