La Sucesión Apostólica
…”hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” Gén. 3 19
¿Que sucederá cuando Samuel Joaquín -actual líder de La Luz del Mundo (LDM)- como cualquier mortal deje de existir? (No es que lo deseemos, pues como todo ser humano, el líder de LDM tiene derecho a la vida, eso es indiscutible independientemente de su desempeño como falso profeta).
FANTASÍAS NECESARIAS
En el seno de la Iglesia LDM en Junio de 1964 las circunstancias fueron un poco… ¿cómo lo podríamos decir?… misteriosas y mágicas.
Esas narraciones que sublimizan la “manifestación” milagrosa de un nuevo “ungido” han sido fabricadas con la indudable consigna de exaltar la figura del hermano Samuel con aprobaciones aparentemente divinas. Esas expresiones que se repiten cada 9 y 10 de junio: “los gentiles se burlaban de nosotros”, “decían que se iba a acabar la iglesia” no son -como muchas de las narraciones que se hacen de aquellos años- mas que meras fantasías. La realidad fue otra y los que vivimos en esos años en la Hermosa Provincia lo sabemos a la perfección. Pero la ‘magia’ Samuelita, colabora para que al final de nuestra propia verdad, los fieles terminen creyéndolo y peor aún, compartiéndolo. A final de cuentas todas estas narraciones llevan a las otras expresiones triunfalistas como: “pero no sabían el Plan de Dios” y de allí se desdobla todo el discurso triunfalista que celebra un acontecimiento por demás oscuro y cuya realidad permanece en la penumbra como cualquier historia de las forjadas hacia el interior del Vaticano, cuyos detalles les encanta investigar a los samuelitas (piedras lanzadas al vecino cuando se tiene techo de vidrio -Doñán dixit-).
REALIDADES QUE NO DEBEN SER CONOCIDAS
Durante muchos años se ha hablado de ese día. Y hasta el mismo “Patriarca de Iberoamérica” de 300 dólares, ha tenido que corregir algunos “detalles” históricos que atentan contra la historia tal como él, en su suprema autoridad quiere verlo. No resulta por esto gratuito que cierta edición completa de la revista oficial HP donde se celebraban los 30 años de “ministerio apostólico” tuvo que tirarse a la basura porque narraba cierto suceso que llegó a incomodar a la autoridad máxima de la Iglesia. Pero no se puede tapar el sol con un dedo. No ha sido solo una revista la que evidencia que las cosas no fueron así.
Tal como ha sucedido en muchos pueblos y naciones en la historia -pequeños o grandes, infames o gloriosos- la historia se escribe y se edita a conveniencia. No por nada, el libro de la Historia de la Iglesia LDM es en mucho, una burda historia de fantasía más acorde con la necesidad actual de la Iglesia de creer en una historia fantástica, abismalmente diferente a la cruda pero más real historia que los miembros de la Iglesia de hace 15 ó 20 años escribieron en sus libretitas de apuntes. Historia corregida, editada, exagerada y floreada por un experto en el arte de las palabras. (Felicidades al maestro Rentería). Obra que por supuesto, fue revisada por los “profesionales” al servicio de la corona apostólica. Todos ellos de incondicionalidad absoluta, y que tuvieron en sus manos algunas decisiones importantes en el libro oficial de la Historia de la Iglesia LDM: “esto sí, esto no”, “esto conviene que se vea así”, “esto conviene que se vea de este otro modo”. Pero siempre bajo la tutoría celosa del “apóstol” jalisciense. Este capítulo de la vida de esta iglesia bien podría haberse titulado “Reescribiendo la Historia”. Iglesias como la católica ha sido más sinceras en la redacción de sus biografías, de ahí que la misma LDM puede contar por ello con tanto material escrito y documentado para su lucha contra el papismo. Sin embargo, si LDM fuera sincera a la hora de escribir su historia, se acercaría a una cualidad fundamental del cristianismo: la honestidad. Lo cual, por supuesto, es una buena broma.
EDITANDO LA HISTORIA
Como ya dijimos antes, los sucesos de aquellos días de Junio dieron la pauta para la “proclamación” del nuevo “Siervo de Dios”. La historia escrita y las narraciones verbales de los testigos, refieren que la Iglesia entera reunida en esa ocasión sintió en su corazón recibir a quien tenían al frente como el nuevo apóstol; una manifestación proveniente “de Dios” en la cual, sin que nadie la motivara o le dijera sobre quién sería el sucesor, ella sintió en su corazón esa manifestación. Si Ana Joaquín (hermana de Samuel) tomó la Biblia del cuerpo sin vida de su padre y la pasó a su hermano Samuel dicendo “la lámpara de Israel no se ha extinguido” o si puso también el anillo en la mano de su hermano, no significa para el liderazgo de La Luz del Mundo, más que mera manifestación y no una ayuda para la “elección”. Cosa que ya dejó claro el hermano Samuel años anteriores cuando manifestó textualmente “a mi no me eligió ninguna mujer”.
Si mencionamos sucesos de relevancia histórica de esos días claves para entender los momentos actuales, no podemos evitar comentar que fue el pastor Francisco Méndez -uno de los candidatos a la sucesión apostólica de esos tiempos- quien tuvo a su cargo la proclamación de Samuel Joaquín como el nuevo apóstol. Aunque la historia de La Luz del Mundo, narrada o escrita, hace ver a este pastor como un Coré de su tiempo, envidioso del favor divino de la “elección”. Sin embargo, la historia del pastor dista mucho de la historia institucional. Cada quien hace y vive su historia, ¿Quién dice la verdad?
A propósito de esto, existe una anécdota de algo sucedido hace unos 10 años. Un par de chicas que reunían información para un periódico mural de su iglesia local, entrevistaron a Santiago Joaquín -hermano mayor de Samuel- preguntándole sobre el asunto, a lo que éste les contó una narración de hechos sobre la elección de Samy (como él lo llama en tono fraterno) que resultaba bastante diferente a la que conocen los más de doscientos mil Samuelitas esparcidos por el mundo. Las chicas regresaron con su coordinador hechas un mar de lágrimas con el caset que habían grabado a Santiago. No hizo falta explicarles nada, su coordinador solo les comentó “no muchachas, tranquilas, seguramente el hermano Santiago estaba un poco tomado” y allí quedó el asunto. Es un hecho que no les costó trabajo a las muchachas olvidar la narración registrada en la entrevista, la cual no concordaba en nada con la historia oficial cuasi-novelesca que Rentería escribiera en su momento al parecer inspirado en el estilo de Corin Tellado o Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Y es que, finalmente cuando se necesita creer y se pone en riesgo el sentido de pertenencia -tan fundamental en miembros de iglesias como esta- ¿A quién le importan los detalles?
FAMILIA INCRÉDULA
Al principio de los años de la administración del nuevo “apóstol” las cosas no fueron tan fácil. Varios ministros no estaban de acuerdo y lo comentaban (los ministros son los que mueven a la Iglesia para que crea y vea lo que se desea y convenga) y es un hecho que la Iglesia se tardó un tiempo en aceptar al “Siervo del Señor” como lo que “es” y lo que “quiere Dios” que vea en él la misma. Miembros de la misma familia hasta el día de hoy permanecen inalterables en su incredulidad para la “elección” de Samuel Joaquín. Parece ser que en aquellos años el hermano Samuel no tenía prisa, pero por si las dudas forma su grupo de incondicionales para asegurarse lealtades. Un grupo de choque en caso de que hubiera un motín como el que sufriera su padre en el 42. Hasta el día de hoy, son varios ministros -incluyendo de su propia familia- quienes no creen en su “elección” y tal como en el pasado, guardan silencio de los secretos reales por notables y claras conveniencias.
EL QUE MUCHO SE DESPIDE…
A 43 años de la partida del hermano Aarón, el casi octogenario “apóstol” Samuel anuncia desde ya hace varios años su inminente partida. Declarando que hay entre su cuerpo ministerial quienes ya hacen apuestas sobre el nombre del sucesor y los llama “lobos rapaces”. Ha declarado ser presa de algunas enfermedades serias, -aunque a veces parecen no serlo- aprovechando eso como oportuno medio para aumentar el fervor que tiene su pueblo por él. Inducido, claro, por el enorme aparato clerical en los templos de la iglesia y mediante los cultos tres veces al día. Por ello, no podemos dejar de mencionar en la mayor parte de las veces estas enfermedades -reales o no- del líder parecen ser usadas como chantaje sentimental popular, causantes del delirio de las muchedumbres por verlo y exteriorizar su ferviente deseo de que viva toda una eternidad.
El ya ha dicho que no es así, aunque no queda claro si es realmente sincero cuando lo menciona, porque por otra parte asegura que no quiere partir todavía. Los ministros mientras tanto siguen induciendo a la Iglesia a orar día y noche por él, a darle más ofrendas, a cantarle más, a festejarle más, a desearle y adorarle más en los templos, a adquirir sus fotos, sus videos y todo material que aumente la ya de por sí considerable riqueza del líder de la Iglesia.
Jamás tuvo tanto poder en sus fieles el “doctor” Samuel Joaquín como lo tiene ahora. Los ministros muestran una inseguridad sospechosa que más que certeza cristiana suena a una verdad hipotética: “quizá sea el último apóstol antes de otra apostasía”. Esto, claro, obliga a los fieles a “amar” más al líder; a llorar por él, a hacer lo que sea, a ofrecer hasta la vida misma y los hijos “a Dios” con tal de que él viva; “porque de ser él el último apóstol de estos tiempos, ya no habría salvación para la Iglesia”. Mostrando con ello a un dios que depende de una vida humana para llevar a cabo sus planes. Antes éstas afirmaciones, no está de más acotar aquí que las extrañas doctrinas Samuelitas se encuentran de frente negando las Sagradas Escrituras, paradojas que no logran ejercer ningún efecto en el raciocinio de la grey samuelista. Para ganancia de las altas jerarquías claro está.
DINASTÍA APOSTÓLICA, UN CONCEPTO OPORTUNO
La Iglesia LDM poco a poco se ha ido acostumbrando a la idea de una Dinastía Apostólica, cosa que rechazaban de otras confesiones pero que ahora es una falacia recurrente y muy necesaria. Como otros ya lo han comentado acertadamente, desde hace algunos años la dirección ha comenzado a circular la idea de que el sucesor al trono apostólico podría ser alguien de la familia Joaquín. La revista oficial de la Iglesia llamada HP, en su edición de septiembre de 2003; declaró abiertamente y sin tapujos, que los hijos del actual líder de la iglesia forman parte de una “dinastía apostólica”, por medio de la cual (se entiende) se perpetuará el poder político-religioso en la Iglesia. De la misma forma, no son pocos los ministros de todos los grados -desde Obispos hasta simples Obreros- que nombran a los hijos de Samuel como “príncipes” y “princesas”, a los cuales hay que recibir y amar como al “rey mismo”.
Un ejemplo claro se pudo ver en una de las iglesias de la periferia tapatía; el pastor Bartolo Rojo Ochoa, pidió a la iglesia que recibieran a uno de los nietos del “apóstol” Samuel como si fuera el “apóstol” mismo. De esta forma, el jovencito, -hijo del matrimonio de la “princesa Betsy” con el Pastor Obispo Daniel Núñez- pasó por el pasillo central colmado de las alabanzas de la Iglesia, misma que solo tuvo que cerrar los ojos e imaginar, para después volcarse en muestras ilimitadas de “honra” hacia el pequeño Joaquín, sin faltar los gritos llorones del pastor como fondo.
¿Quién será el sucesor entonces?
Ya son varios quienes están apostando por el nombre. El mismo Joaquín Flores lo ha dicho. Por eso es muy común ver a muchos ministros en actitud servil, como fieles cuidadores de las fincas del “apóstol”, invitando -u obligando- a sus respectivas congregaciones a hacer generosas ofrendas para el mantenimiento de los animales del zoológico particular de Samuel, para mantener impecables sus jardines, para llevar carísimas despensas gourmet a la “casa bonita”, o como guardias de planta en las casas de los “príncipes” por citar algunos ejemplos. Por cierto los “príncipes” más afortunados que las “princesas” ya que ellas -como toda mujer en la secta- no tienen futuro para el liderazgo. Aunque si de inteligencia se tratara la sucesión, es seguro que no habría rival en toda la “familia real” que le hiciera sombra a Daniel Nuñez, el yerno consentido del “Doctor Honoris Causa”. (Algunos votan por él para la silla apostólica.)
Hasta este momento, los votos en su mayoría los tiene Naasón Joaquín. Uno de los hijos más jóvenes y con mayor empuje aún sobre su hermano mayor Benjamín. De cualquier forma, los ministros echan suertes apoyando con su vida, con regalos y apoyo directo o indirecto a cualquiera de estos dos, “por si las dudas”. También hay quien vota o cree que la sucesión apostólica podría ser una sorpresa, si “Dios” le diera la lucidez y la salud al hijo accidentado del hermano Samuel, Azael, lo cual, sería por supuesto, una muestra clara de la “elección” divina sobre el vástago de los Joaquín Flores.
No faltan por otra parte los primos hermanos “reales” que también se sienten apostolables, (por decirlo de alguna forma). Destaca de este grupo, Leví Joab Mosqueda Joaquín; hijo de Rebequita Joaquín y Cornelio Mosqueda, quien se adjudica sin ningún pudor las características necesarias para ocupar el trono real de la Hermosa Provincia, quien encuentra en su frondosa compañera su más ferviente apoyo, aunque solo ella, su familia y algunos contados ministros que le deben alguna factura, le brindan todo el apoyo necesario para su causa. La lucha se le hace pues.
POSTURAS DE LA HISTORIA
Decirle a la Biblia cómo y cuándo apoyar.
Pero son pocos los que siguen creyendo que Dios puede manifestarse como en tiempos bíblicos. Es decir, en alguien fuera de la familia.
Cuando a la dirección de la Iglesia conviene, Aarón es elegido como San Pablo el bíblico, y cuando conviene, Samuel es elegido sin palabras como Eliseo. De la misma manera, cuando resulta conveniente Samuel es como un Rey del antiguo testamento o un profeta, y cuando conviene es como un apóstol del Nuevo Testamento. Ahora, la conveniencia de la sucesión apunta a ser una dinastía, como lo fue el Rey David con sus hijos. Aunque sea totalmente claro que en la Iglesia que Cristo organizara hace más de dos mil años no había dinastías ni nada que se le pareciera. Algo que sí ha sucedido en el papismo romano en varias épocas de su historia, lo mismo que en otras confesiones semejantes. Costumbre heredada del imperio romano, de quien en los hechos LDM parece seguir los pasos.
LA ELECCIÓN TIENE APELLIDOS
Empresas y Bienes Inmuebles
La familia Joaquín ha hecho inversiones millonarias en la Iglesia que formaron. Varios bienes inmuebles importantes de la Hermosa Provincia y colonias donde tiene presencia LDM están a nombre de la familia. La casa “Grande”, la casa de Jericó con sus salidas a diferentes calles, el edificio de Berea -incluyendo la empresa multimedia que acoge-, edificios, escuelas, el hospital Siloé, el “lote” donde se celebran los cumpleaños, terrenos, casas y ranchos que los miembros han puesto a nombre del varón de Dios, así como residencias. Varias empresas han sido formadas con capital de los Joaquín, entre ellas Berea que ya nombramos, Bezaoli que es una empresa constructora, una gran imprenta, negocios pequeños o medianos y por supuesto la fundación Samuel Joaquín y su Feria de la Amistad, todo ello propiedad de la familia Joaquín. Eso, sin siquiera mencionar la infinidad de residencias que posee la familia a lo largo y ancho de México, de Estados Unidos o europa. Lo mismo que las propiedades a nombre de los Joaquín que se adquieren en varias naciones para uso de casas pastorales y templos dependiendo de las leyes existentes.
Esto da pie a la pregunta del millón: ¿De donde los millones para todo esto?, la respuesta es de una obviedad escalofriante: todo es financiado por supuesto por los fieles de LDM, los cuales son inducidos en sus conciencias religiosas por los ministros Samuelitas, a cual más preocupado por ganarse los favores del líder supremo y su familia, lo que a su vez les garantiza una posición al frente de una congregación con la suficiente membresía para vivir a cuerpo de rey con su familia y que al mismo tiempo les permita mantener o aumentar la cuota que reportan como ofrenda especial para Samuel y su “familia real” completando así ese circulo vicioso de “bendiciones”.
Si hablamos de la familia en puestos importantes del clero Samuelista, también es importante mencionar que la familia está en puestos estratégicos en países importantes de mayor poder económico, (prácticamente todos los hijos están en Estados Unidos) así como los yernos están en lugares prominentes, pero sobre todo de solvencia económica, donde los miembros de la Iglesia puedan sufragar los gastos de los integrantes de la “corte” real apostólica. Los miembros lo harán con gusto, pues tienen en su iglesia la “bendición” de tener al frente un “príncipe” o “princesa” de sangre “noble y divina”.
¿Y QUE TAL SI….?
Y a propósito de la lista interminable de bienes inmuebles y empresas medianas o grandes que posee la familia. ¿Que sucedería si el nuevo “ungido” fuera un miembro totalmente desconocido como lo fue el profeta Samuel, el que dormía en el tabernáculo. ¿Que si no fuera de apellido García, ni Joaquín, o Nuñez? ¿Que pasaría si repentinamente la “elección” se manifestara en algún nuevo Eliseo que nada tuviera que ver con el Rey en turno? ¿Pasaría la “Casa Grande” a ser del nuevo apóstol, aunque fuera hijo de dos campesinos de la sierra tarahumara, de la misma manera como pasan los edificios públicos de un gobierno saliente al gobierno entrante después de un tiempo algún de mandato? ¿Todas las empresas de la familia “real” formadas para la expansión de la “doctrina” pasarían a manos de un nuevo y totalmente desconocido Apóstol y su familia la nueva corte real? Si Dios -suponiendo- llamara a un nuevo “ungido” para LDM como llamó a San Pablo, (alguien de otra religión) de tal forma que ni siquiera Pedro, por muchos reconocido líder del cristianismo, sabía, ¿Lo aceptaría la familia Joaquín?
El deceso del “Doctor” Joaquín Flores dará muchas respuestas claras a la veracidad de la Iglesia como institución divina. Y es muy posible que se convierta en un nuevo cisma, ya que cada grupo tiene su “gallo” para este momento crucial de la historia de la Iglesia evangélica más polémica de México. Para muchos, este suceso demostrará cómo se las ingenian los hombres para disfrazar una “sucesión” divina, y dejará en claro la similitud de ésta con las formas electorales que terminan en humo blanco en el Vaticano romano.
Para otros ya adoctrinados perfectamente, será solo el paso que continúa en el plan del dios de la Luz del Mundo, y para otros pocos será el momento para distanciarse de una vez por todas, de esta asociación religiosa que mediante una dinastía pretende perpetuar el poder basándose en los apellidos, antes que en el Espíritu de Dios que es la manifestación para estos tiempos en el cristianismo.
¿SE TRATA DE HUMO BLANCO?
El liderazgo en La Luz del Mundo ya no es cuestión de cristianismo, sino de poder económico. La sucesión nos permitirá a muchos solo confirmar lo que ya sabíamos y conocimos por muchas y variadas formas. Pero esta será la cereza del pastel. El nuevo Apóstol será elegido como los Papas, es decir, de acuerdo a políticas, tendencias, apellidos y conveniencias. Y la historia papista se repetirá a la forma mexicana. Está claro que esta Iglesia no se acabará, como no se acabó la Iglesia romana en sus casi dos mil años de edad a pesar de las situaciones que ha enfrentado. Pero es importante que estemos al tanto, porque también en esos movimientos históricos se cumplen más y más profecías. No estamos polemizando en este sencillo mensaje si es o no La Luz del Mundo la “Iglesia Verdadera” que proclama ser, eso ya quedó claro hace varios años. Sino mostrando a los que aún siguen dentro de ella, que esto que acabamos de comentar, tan solo es una más de las características que la identifican como una de las asociaciones religiosas menos CRISTIANAS de este naciente siglo veintiuno.
Con todo respeto, algún día veremos con qué papel se produce humo blanco en la Hermosa Provincia.
Juan Carlos Ramírez.
Por: Juan Carlos Ramírez
”hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” Gén. 3 19
¿Que sucederá cuando Samuel Joaquín -actual líder de La Luz del Mundo (LDM)- como cualquier mortal deje de existir? (No es que lo deseemos, pues como todo ser humano, el líder de LDM tiene derecho a la vida, eso es indiscutible independientemente de su desempeño como falso profeta).
FANTASÍAS NECESARIAS
En el seno de la Iglesia LDM en Junio de 1964 las circunstancias fueron un poco… ¿cómo lo podríamos decir?… misteriosas y mágicas.
Esas narraciones que sublimizan la “manifestación” milagrosa de un nuevo “ungido” han sido fabricadas con la indudable consigna de exaltar la figura del hermano Samuel, con aprobaciones aparentemente divinas. Esas expresiones que se repiten cada 9 y 10 de junio: “los gentiles se burlaban de nosotros” o “decían que se iba a acabar la iglesia” no son -como muchas de las narraciones que se hacen de aquellos años- mas que meras fantasías. La realidad fue otra y los que vivimos en esos años en la Hermosa Provincia lo sabemos muy bien. Pero la ‘magia’ Samuelita, colabora para que al final de nuestra propia verdad, los fieles terminen creyéndolo y peor aún, compartiéndolo. A final de cuentas todas estas narraciones llevan a las otras expresiones triunfalistas como: “pero no sabían el Plan de Dios” y de allí se desdobla todo el discurso triunfalista, el cual celebra un acontecimiento por demás oscuro y cuya realidad permanece en la penumbra como cualquier historia de las forjadas hacia el interior del Vaticano, cuyos detalles por cierto les encanta investigar a los samuelitas (piedras lanzadas al vecino cuando se tiene techo de vidrio -Doñán dixit-).
REALIDADES QUE NO DEBEN SER CONOCIDAS
Durante muchos años se ha hablado de ese día. Y hasta el mismo “Patriarca de Iberoamérica de 300 dólares”, ha tenido que corregir algunos “detalles” históricos que atentan contra la historia tal como él, en su suprema autoridad quiere verlo. No resulta por esto gratuito que cierta edición completa de la revista oficial HP donde se celebraban los 30 años de “ministerio apostólico” tuvo que tirarse a la basura porque narraba cierto suceso que llegó a incomodar a la autoridad máxima de la Iglesia. Pero no se puede tapar el sol con un dedo. No ha sido solo una revista la que evidencia que las cosas no fueron así.
Tal como ha sucedido en muchos pueblos y naciones en la historia -pequeños o grandes, infames o gloriosos- la historia se escribe y se edita a conveniencia. No por nada, el libro de la historia de la iglesia LDM es en mucho, una burda historia de fantasía más acorde con la necesidad actual de la secta de creer en una historia fantástica, abismalmente diferente a la cruda pero más real historia que los miembros de la Iglesia de hace 15 ó 20 años escribieron en sus libretitas de apuntes. Historia corregida, editada, exagerada y floreada por un experto en el arte de las palabras. (Felicidades al maestro Rentería). Obra que por supuesto, fue revisada exhaustivamente por los “profesionales” al servicio de la corona apostólica. Todos ellos de incondicionalidad absoluta, y que tuvieron en sus manos algunas decisiones importantes en el libro oficial de la historia de la iglesia LDM: “esto sí, esto no”, “esto conviene que se vea así”, “esto conviene que se vea de este otro modo”. Pero siempre bajo la tutoría celosa del “apóstol” jalisciense. Este capítulo de la vida de esta iglesia bien podría haberse titulado “Reescribiendo la Historia”. Iglesias como la católica han sido más sinceras en la redacción de sus biografías, de ahí que la misma LDM puede contar por ello con tanto material escrito y documentado para su lucha contra el papismo. Sin embargo, si LDM fuera sincera a la hora de escribir su historia, se acercaría a una cualidad fundamental del cristianismo: la honestidad. Lo cual, por supuesto, es una buena broma.
EDITANDO LA HISTORIA
Como ya dijimos antes, los sucesos de aquellos días de Junio dieron la pauta para la “proclamación” del nuevo “Siervo de Dios”. La historia escrita y las narraciones verbales de los testigos, refieren que la Iglesia entera reunida en esa ocasión sintió en su corazón recibir a quien tenían al frente como el nuevo apóstol; una manifestación proveniente “de Dios” en la cual, sin que nadie la motivara o le dijera sobre quién sería el sucesor, ella sintió en su corazón esa manifestación. Si Ana Joaquín (hermana de Samuel) tomó la Biblia del cuerpo sin vida de su padre y la pasó a su hermano Samuel dicendo “la lámpara de Israel no se ha extinguido” o si puso también el anillo en la mano de su hermano, no significa para el liderazgo de La Luz del Mundo, más que mera manifestación y no una ayuda para la “elección”. Cosa que ya dejó claro el hermano Samuel años anteriores cuando manifestó textualmente “a mi no me eligió ninguna mujer”.
Si mencionamos sucesos de relevancia histórica de esos días claves para entender los momentos actuales, no podemos evitar comentar que fue el pastor Francisco Méndez -uno de los candidatos a la sucesión apostólica de esos tiempos- quien tuvo a su cargo la proclamación de Samuel Joaquín como el nuevo apóstol. Aunque la historia de La Luz del Mundo, narrada o escrita, hace ver a este pastor como un Coré de su tiempo, envidioso del favor divino de la “elección”. Sin embargo, la historia del pastor dista mucho de la historia institucional. Cada quien hace y vive su historia, ¿Quién dice la verdad?
A propósito de esto, existe una anécdota de algo sucedido hace unos 10 años. Un par de chicas que reunían información para un periódico mural de su iglesia local, entrevistaron a Santiago Joaquín -hermano mayor de Samuel- preguntándole sobre el asunto, a lo que éste les refirió con lujo de detalles, una narración de hechos sobre la elección de Samy (como él lo llama en tono fraterno) que resultaba bastante diferente a la que conocen los más de doscientos mil Samuelitas esparcidos por el mundo. Las chicas en cuestión regresaron con su coordinador hechas un mar de lágrimas, y con el caset que habían grabado a Santiago en mano. No hizo falta explicarles nada, su coordinador solo les comentó “no muchachas, tranquilas, seguramente el hermano Santiago estaba un poco tomado” y allí quedó el asunto. Es un hecho que no les costó trabajo a las muchachas olvidar la narración registrada en la entrevista, la cual no concordaba en nada con la historia oficial cuasi-novelesca que Rentería escribiera en su momento al parecer inspirado en el estilo de Corin Tellado o Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Y es que, finalmente cuando se necesita creer y se pone en riesgo el sentido de pertenencia -tan fundamental en miembros de iglesias como esta- ¿A quién le importan los detalles?
FAMILIA INCRÉDULA
Al principio de los años de la administración del nuevo “apóstol” las cosas no fueron tan fácil. Varios ministros no estaban de acuerdo y lo comentaban (los ministros son los que mueven a la Iglesia para que crea y vea lo que se desea y convenga) y es un hecho que la iglesia se tardó un tiempo en aceptar al “Siervo del Señor” como lo que “es” y lo que “quiere Dios” que vea en él la misma. Miembros de la misma familia hasta el día de hoy permanecen inalterables en su incredulidad para la “elección” de Samuel Joaquín. Parece ser que en aquellos años el hermano Samuel no tenía prisa, pero por si las dudasforma su grupo de incondicionales para asegurarse lealtades. Un grupo de choque en caso de que hubiera un motín como el que sufriera su padre en el 42. Hasta el día de hoy, son varios ministros -incluyendo de su propia familia- quienes no creen en su “elección” y tal como en el pasado, guardan silencio de los secretos reales por notables y claras conveniencias.
EL QUE MUCHO SE DESPIDE…
A 43 años de la partida del hermano Aarón, el casi octogenario “apóstol” Samuel anuncia desde ya hace varios años su inminente partida. Declarando que hay entre su cuerpo ministerial quienes ya hacen apuestas sobre el nombre del sucesor y los llama “lobos rapaces”. Ha declarado ser presa de algunas enfermedades serias, -aunque a veces parecen no serlo- aprovechando eso como oportuno medio para aumentar el fervor que tiene su pueblo por él. Inducido, claro, por el enorme aparato clerical en los templos de la iglesia y mediante los cultos tres veces al día. Por ello, no podemos dejar de mencionar que en la mayor parte de las veces, estas enfermedades -reales o no- del líder, son usadas como chantaje sentimental popular, causantes del delirio de las muchedumbres por verlo y exteriorizar su ferviente deseo de que viva toda una eternidad.
El ya ha dicho que no es así, aunque no queda claro si es realmente sincero cuando lo menciona, porque por otra parte asegura que no quiere partir todavía. Los ministros mientras tanto siguen induciendo a la Iglesia a orar día y noche por él, a darle más ofrendas, a cantarle más, a festejarle más, a desearle y adorarle más en los templos, a adquirir sus fotos, sus videos y todo material que aumente la ya de por sí considerable riqueza del líder de la Iglesia.
Jamás tuvo tanto poder en sus fieles el “doctor” Samuel Joaquín como lo tiene ahora. Los ministros muestran una inseguridad sospechosa que más que certeza cristiana suena a una verdad hipotética: “quizá sea el último apóstol antes de otra apostasía”. Esto, claro, obliga a los fieles a “amar” más al líder; a llorar por él, a hacer lo que sea, a ofrecer hasta la vida misma y los hijos “a Dios” con tal de que él viva; “porque de ser él el último apóstol de estos tiempos, ya no habría salvación para la Iglesia”. Mostrando con ello a un dios que depende de una vida humana para llevar a cabo sus planes. Antes éstas afirmaciones, no está de más acotar aquí que las extrañas doctrinas Samuelitas se encuentran de frente negando las Sagradas Escrituras, paradojas que no logran ejercer ningún efecto en el raciocinio de la grey samuelita. Para ganancia de las altas jerarquías claro está.
DINASTÍA APOSTÓLICA, UN CONCEPTO OPORTUNO
La Iglesia LDM poco a poco se ha ido acostumbrando a la idea de una Dinastía Apostólica, cosa que rechazaban de otras confesiones pero que ahora es una falacia recurrente y muy necesaria. Como otros ya lo han comentado acertadamente, desde hace algunos años la dirección ha comenzado a circular la idea de que el sucesor al trono apostólico podría ser alguien de la familia Joaquín. La revista oficial de la Iglesia llamada HP, en su edición de septiembre de 2003; declaró abiertamente y sin tapujos, que los hijos del actual líder de la iglesia forman parte de una “dinastía apostólica”, por medio de la cual (se entiende) se perpetuará el poder político-religioso en la Iglesia. De la misma forma, no son pocos los ministros de todos los grados -desde Obispos hasta simples Obreros- que nombran a los hijos de Samuel como “príncipes” y “princesas”, a los cuales hay que recibir y amar como al “rey mismo”.
Un ejemplo claro se pudo ver en una de las iglesias de la periferia tapatía; el pastor Bartolo Rojo Ochoa, pidió a la iglesia que recibieran a uno de los nietos del “apóstol” Samuel como si fuera el “apóstol” mismo. De esta forma, el jovencito, -hijo del matrimonio de la “princesa Betsy” con el Pastor Obispo Daniel Núñez- pasó por el pasillo central colmado de las alabanzas de la Iglesia, misma que solo tuvo que cerrar los ojos e imaginar, para después volcarse en muestras ilimitadas de “honra” hacia el pequeño Joaquín, sin faltar los gritos llorones del pastor como fondo.
¿QUIÉN SERÁ EL SUCESOR ENTONCES?
Ya son varios quienes están apostando por el nombre. El mismo Joaquín Flores lo ha dicho. Por eso es muy común ver a muchos ministros en actitud servil, como fieles cuidadores de las fincas del “apóstol”, invitando -u obligando- a sus respectivas congregaciones a hacergenerosas ofrendas para el mantenimiento de los animales del zoológico particular de Samuel, para mantener impecables sus jardines, para llevar carísimas despensas gourmet a la “casa bonita”, o como guardias de planta en las casas de los “príncipes” por citar algunos ejemplos. Por cierto los “príncipes” son más afortunados que las “princesas” ya que ellas -como toda mujer en la secta- no tienen futuro para el liderazgo. Aunque si de inteligencia se tratara la sucesión, es seguro que no habría rival en toda la “familia real” que le hiciera sombra a Daniel Nuñez, el yerno consentido del “Doctor Honoris Causa”. (Algunos votan por él para la silla apostólica.)
Hasta este momento, los votos en su mayoría los tiene Naasón Joaquín, (en la foto junto a Samuel) uno de los hijos más jóvenes y con mayor empuje aún sobre su hermano mayor Benjamín. De cualquier forma, los ministros echan suertes apoyando con su vida, con regalos y apoyo directo o indirecto a cualquiera de estos dos, “por si las dudas”. También hay quien vota o cree que la sucesión apostólica podría ser una sorpresa, si “Dios” le diera la lucidez y la salud al hijo accidentado del hermano Samuel, Azael, lo cual, sería por supuesto, una muestra clara de la “elección” divina sobre el vástago de los Joaquín Flores.
No faltan por otra parte los primos hermanos “reales” que también se sienten apostolables, (por decirlo de alguna forma). Destaca de este grupo, Leví Joab Mosqueda Joaquín; hijo de Rebequita Joaquín y Cornelio Mosqueda, quien se adjudica sin ningún pudor las características necesarias para ocupar el trono real de la Hermosa Provincia, quien encuentra en su frondosa compañera su más ferviente apoyo, aunque solo ella, su familia y algunos contados ministros que le deben alguna factura, le brindan todo el apoyo necesario para su causa. La lucha se le hace pues. De cualquier manera tiene carta abierta para disponer de las finanzas de la iglesia a su antojo con total impunidad.
POSTURAS DE LA HISTORIA
Decirle a la Biblia cómo y cuándo apoyar.
Decirle a la Biblia cómo y cuándo apoyar.
Pero son pocos los que siguen creyendo que Dios puede manifestarse como en tiempos bíblicos. Es decir, en alguien fuera de la familia.
Cuando a la dirección de la Iglesia conviene, Aarón es elegido como San Pablo el bíblico, y cuando conviene, Samuel es elegido sin palabras como Eliseo. De la misma manera, cuando resulta conveniente Samuel es como un Rey del antiguo testamento o un profeta, y cuando conviene es como un apóstol del Nuevo Testamento. Ahora, la conveniencia de la sucesión apunta a ser una dinastía, como lo fue el Rey David con sus hijos. Aunque sea totalmente claro que en la iglesia que Cristo organizara hace más de dos mil años, no había dinastías ni nada que se le pareciera. Algo que por cierto SÍ ha sucedido en el papismo romano en varias épocas de su historia, lo mismo que en otras confesiones semejantes. Costumbre heredada del imperio romano, de quien en los hechos LDM parece seguir los pasos.
LA ELECCIÓN TIENE APELLIDOS
Empresas y bienes inmuebles
Empresas y bienes inmuebles
La familia Joaquín ha hecho inversiones millonarias en la Iglesia que formaron. Varios bienes inmuebles importantes de la Hermosa Provincia y colonias donde tiene presencia LDM están a nombre de la familia. La casa “Grande”, la casa de Jericó con sus salidas a diferentes calles, el edificio de Berea -incluyendo la empresa multimedia que acoge-, edificios, escuelas, el hospital Siloé, el “lote” donde se celebran los cumpleaños, terrenos, casas y ranchos que los miembros han puesto a nombre del “varón de Dios”, así como residencias. Varias empresas han sido formadas con capital de los Joaquín, entre ellas Berea que ya nombramos, Bezaoli que es una empresa constructora, una gran imprenta, negocios pequeños o medianos y por supuesto la Fundación Samuel Joaquín y su Feria de la Amistad, además de la empresa Recab de México que lucra con las instituciones educativas, todo ello propiedad de la familia Joaquín. Eso, sin siquiera mencionar la infinidad de residencias que posee la familia a lo largo y ancho de México, de Estados Unidos o europa. Lo mismo que las propiedades a nombre de los Joaquín que se adquieren en varias naciones para uso de casas pastorales y templos dependiendo de las leyes existentes.
Esto da pie a la pregunta del millón: ¿De donde salen los millones para todo esto?, la respuesta es de una obviedad escalofriante: todo es financiado por supuesto por los fieles de LDM, los cuales son inducidos en sus conciencias religiosas por los ministros Samuelitas, a cual más preocupado por ganarse los favores del líder supremo y su familia, lo que a su vez les garantiza una posición al frente de una congregación, con la suficiente membresía para vivir a cuerpo de rey con su familia y que al mismo tiempo, les permita mantener o aumentar la cuota que reportan como ofrenda especial para Samuel y su “familia real”, completando así ese circulo vicioso de “bendiciones”.
Si hablamos de la familia en puestos importantes del clero Samuelista, también es importante mencionar que la familia está en puestos estratégicos en países importantes de mayor poder económico, (prácticamente todos los hijos están en Estados Unidos) así como los yernos están en lugares prominentes, pero sobre todo de solvencia económica, donde los miembros de la Iglesia puedan sufragar los gastos de los integrantes de la “corte” real apostólica. Los miembros lo harán con gusto, pues tienen en su iglesia la “bendición” de tener al frente un “príncipe” o “princesa” de sangre “noble y divina”.
¿Y QUE TAL SI….?
Y a propósito de la lista interminable de bienes inmuebles y empresas medianas o grandes que posee la familia.¿Quésucedería si el nuevo “ungido” fuera un miembro totalmente desconocido como lo fue el profeta Samuel, el que dormía en el tabernáculo?. ¿Qué si no fuera de apellido García, ni Joaquín, o Nuñez? ¿Qué pasaría si repentinamente la “elección” se manifestara en algún nuevo Eliseo que nada tuviera que ver con el Rey en turno? ¿Pasaría la “Casa Grande” a ser del nuevo apóstol, aunque fuera hijo de dos campesinos de la sierra tarahumara, de la misma manera como pasan los edificios públicos, de un gobierno saliente al gobierno entrante después de un tiempo de mandato? ¿Todas las empresas de la familia “real” formadas para la expansión de la “doctrina” pasarían a manos de un nuevo y totalmente desconocido Apóstol y su familia la nueva corte real? Si Dios -suponiendo- llamara a un nuevo “ungido” para LDM como llamó al San Pablo de la Biblia, (alguien de otra religión) de tal forma que ni siquiera Pedro, por muchos reconocido líder del cristianismo, sabía, ¿Lo aceptaría la familia Joaquín?
El deceso en su momento del “Doctor” Joaquín Flores dará muchas respuestas claras a la veracidad de la Iglesia como institución divina. Y es muy posible que se convierta en un nuevo cisma, ya que cada grupo tiene su “gallo”, para este momento crucial de la historia de la Iglesia evangélica más polémica de México. Para muchos, este suceso demostrará cómo se las ingenian los hombres para disfrazar una “sucesión” divina, y dejará en claro la similitud de ésta con las formas electorales que terminan en humo blanco en el Vaticano romano.
Para otros ya adoctrinados perfectamente, será solo el paso que continúa en el plan del dios de la Luz del Mundo, y para otros pocos será el momento para distanciarse de una vez por todas, de esta asociación religiosa que mediante una dinastía pretende perpetuar el poder basándose en los apellidos, antes que en el Espíritu de Dios que es la manifestación para estos tiempos en el cristianismo.
¿SE TRATA DE HUMO BLANCO?
El liderazgo en La Luz del Mundo ya no es cuestión de cristianismo, sino de poder económico. La sucesión nos permitirá a muchos solo confirmar lo que ya sabíamos y conocimos por muchas y variadas formas. Pero esta será la cereza del pastel. El nuevo Apóstol será elegido como los Papas, es decir, de acuerdo a políticas, tendencias, apellidos y conveniencias. Y la historia papista se repetirá a la forma mexicana. Está claro que esta Iglesia no se acabará, como no se acabó la Iglesia romana en sus casi dos mil años de edad a pesar de las situaciones que ha enfrentado. Pero es importante que estemos al tanto, porque también en esos movimientos históricos se cumplen más y más profecías. No estamos polemizando en este sencillo ensayo si es o no La Luz del Mundo la “Iglesia Verdadera” que proclama ser, eso ya quedó claro hace varios años. Sino mostrando a los que aún siguen dentro de ella, que esto que acabamos de comentar, tan solo es una más de las características que la identifican como una de las asociaciones religiosas menos CRISTIANAS de este siglo veintiuno.
Con todo respeto, algún día veremos con qué papel se produce humo blanco en la Hermosa Provincia.
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