Un grupo de los mineros rescatados de la mina chilena San José asistió hoy a una ceremonia ecuménica efectuada en el campamento Esperanza, en medio de protestas de sus compañeros por las difíciles condiciones económicas que enfrentan.
Un total de 13 trabajadores llegaron este domingo en medio de fuertes medidas de seguridad al campamento erigido por sus familiares para esperar noticias sobre su rescate, donde además asistieron a oficios religiosos.
En las afueras del campamento, otros trabajadores de la mina protestaron porque no los dejaron entrar a compartir con sus compañeros rescatados y familiares, y por las difíciles condiciones económicas que atraviesan desde el cierre del yacimiento.
Los manifestantes, que recibieron el respaldo de algunos de los 33 que salieron del campamento a expresarles su apoyo, reclaman porque no se les ha entregado su finiquito de labores, lo cual les impide suscribir contratos de trabajo con otras empresas.
“San Esteban (la empresa propietaria de la mina) no somos 33, somos 300”, “Quién nos saca del hoyo”, “70 días sin plata y trabajo. Finiquito ya. No nos roben”, se leía en algunos de los carteles que exhibían los manifestantes.
Un vocero de los trabajadores dijo que se les ha ofrecido pagarles el finiquito de labores en cuotas, la primera de las cuales la recibirían hasta diciembre próximo, lo cual consideran inaceptable.
Los manifestantes reclamaron además porque se les impidió ingresar a la ceremonia ecuménica oficiada por sacerdotes católicos y pastores evangélicos en el campamento La Esperanza.
“¿Por qué hoy, como compañeros de trabajo, no podemos participar en una misa?”, dijo el presidente del sindicato número 1 de la mina, Horacio Vicencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario