A los fieles de la Arquidiócesis de Tijuana:
TIJUANA B.C.-Con profundo dolor de corazón de padre, pero con la confianza de que la ley de la Iglesia mira siempre el bien de las almas (c. 1752) y después de una larga reflexión y discernimiento delante de Dios, me veo en la necesidad de imponer esta pena canónica de la SUSPENSIÓN del ejercicio del ministerio sacerdotal al P. Raymundo Figueroa Pérez.
TIJUANA B.C.-Con profundo dolor de corazón de padre, pero con la confianza de que la ley de la Iglesia mira siempre el bien de las almas (c. 1752) y después de una larga reflexión y discernimiento delante de Dios, me veo en la necesidad de imponer esta pena canónica de la SUSPENSIÓN del ejercicio del ministerio sacerdotal al P. Raymundo Figueroa Pérez.
Ruego a Dios que ilumine al P. Raymundo y a los fieles que le apoyan para que sean conscientes de la gravedad de estos actos y que María de Guadalupe los proteja siempre.
+ Rafael Romo Muñoz
Arzobispo de Tijuana
Desde octubre del 2009, el sacerdote fue notificado de que debería cambiar de la parroquia del Santísimo Sacramento en Playas de Rosarito porque había concluido su tiempo en el lugar, pero se negó a acatar la orden a pesar de que ya había otro religioso que lo sustituiría y de que él tenía otro templo asignado Tijuana.
Al ignorar una serie de órdenes reiteradas para que procediera a su reinstalación, en abril del 2010 el religioso fue acusado de desobediencia; simonía por realizar ceremonias católicas fuera de los recintos autorizados por su jerarquía, incluso fuera del país, y de rompimiento de la comunión con los miembros de la Iglesia al coordinarse con miembros de otras organizaciones religiosas para realizar sacramentos.
Tras confirmar que la autoridad judicial intervino el viernes en la parroquia del Santísimo Sacramento del quinto municipio, para recuperar el espacio que es propiedad de la nación, Romo Muñoz constató que el llamado “padre desobediente” está excomulgado de la Iglesia católica desde que decidió transgredir la orden jerárquica de cambiar a otro templo desde principios de año, como marcan los estatutos religiosos.
Figueroa Pérez ha insistido en mantenerse en el espacio a pesar de que el propio arzobispo le prohibió celebrar misa, incluso sacramentos como matrimonios, bautizos, primeras comuniones y confirmaciones que fueron consideradas inválidas desde abril pasado, cuando se le notificó una suspensión de su ordenamiento sacerdotal.
La madrugada del viernes, un grupo de agentes de la Policía Federal colocaron sellos y mantas en la parroquia del Santísimo Sacramento, ubicada en la colonia Constitución de Playas de Rosarito, en al que advertían que la construcción es propiedad de la nación, pero más tarde decenas de feligreses tiraron un cerco y retiraron los engomados para volver a posicionarse del recinto.
Por la noche los inconformes aceptaron retirarse sin que se registraran mayores incidentes y aun así, la autoridad católica anunció que el recinto permanecerá cerrado “hasta nuevo aviso”.
El arzobispo aseguró que junto con el “sacerdote desobediente”, los feligreses que insisten en manifestarle su apoyo también están excomulgados de la Iglesia aunque en seguirlo desde una actitud de desconocimiento, a la que sin embargo pueden regresar si se arrepienten de sus acciones.
Raymundo Figueroa Pérez está formando una secta, esto es evidente, a él no le importa pertenecer a la Iglesia católica, a él le importa su beneficio personal y tiene confundido a medio mundo, acusó Romo Muñoz, aunque aseguró que la arquidiócesis ya hizo lo que tenía que hacer.
Ahora tendrá que enfrentar a la autoridad civil, porque el “sacerdote desobediente” está usurpando una posesión que no le corresponde, dijo Romo Muñoz respecto a la insistencia de Figueroa de mantenerse en la parroquia Santísimo Sacramento de Playas de Rosarito.
El arzobispo sostuvo que las obras de ampliación y “embellecimiento” de la parroquia fueron realizadas con recursos aportados por la feligresía, por lo que quedará bajo propiedad de la Iglesia católica, no del párroco Figueroa ni de sus seguidores.
Cronología de una destitución
3 de mayo: El padre Raymundo Figueroa desacata a la autoridad y oficia una misa a pesar de la contigencia por la influeza.
4 de mayo: El Arzobispo Rafael Romo Muñoz amonesta verbalmente al padre Raymundo por desobediencia.
9 de octubre: La Aquidiócesis de Tijuana amonesta por escrito al párroco.
30 de octubre: Se ordena la destitución del padre Raymundo y se le encomienda a la iglesia de nueva creación Villa de Guadalupe.
4 de noviembre: Los feligreses de la parroquia Santísimo Sacramento impiden su destitución al tomar el templo.
Las acusaciones:
Desobediencia
Semonía: lucrar con lo sagrado
Rompimiento de la comunión con los miembros de la Iglesia.
El Arzobismo ya tiene una iglesia pero vacia, pues la comunidad Rosaritense apoya al Padre Raymundo, al verdadero lider religioso.
ResponderEliminarTodo lo que aqui se dice solo demuestra un abuso de poder y caprichos. Si asi actuara la iglesia con los padres pederastas, violadores, ladrones, otra cosa seria.
Ya dejen en paz al Padre Raymundo y a la comunidad de Rosarito. Ah!.. y devuelvan la iglesia, nosotros si la llenamos.