jueves, 2 de diciembre de 2010

Préstamo de úteros, una “perversidad”

La Iglesia Católica consideró que la Ley de Gestación Subrogada del Distrito Federal es una “perversidad”, porque se ha legalizado la venta y compra de seres humanos, en lugar de revisar los sistemas de adopción para facilitar el trámite de adopción de menores. Y será sólo un negocio para “ricos”, porque ellos son los que puedan pagar la fertilización in vitro, advirtió. 

Armando Martínez, presidente del Colegio de Abogados Católicos, aseguró que una vez más la Asamblea Legislativa, “comandada” por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), sólo aprueba leyes para grupos minoritarios y en esta ocasión se beneficiarán también las clínicas de fertilización in vitro.

Una vez más, consideró, se dio una ley por “albazo” y el PRD volvió a sacar del “cajón oscuro” la postura de comercializar con la vida de las personas.

A las mujeres las exhortó a no prestarse a la posición de la ALDF que considera los seres humanos son mercancía.

Carlos Montiel, del Consejo de Analistas Católicos, consideró que la decisión de la ALDF es un “dramático extravío antropológico producto de una tiranía del relativismo ético, el reconocer como avance bioético la ley de maternidad subrogada”, cuando la ALDF se ensaña en campañas publicitarias en contra de la natalidad y en políticas de planificación forzada.

Por su parte, la diputada Maricela Contreras, presidenta de la comisión de salud en la ALDF y promotora de la Ley de Gestación Subrogada, desestimó que las personas del mismo sexo puedan utilizar este procedimiento para tener un bebé, pues indicó que el requisito fundamental para que una pareja sea sometida a la gestación subrogada es que la mujer cuente con un certificado de infertilidad.

“No quisiera que hubiera confusiones, lo que estamos atendiendo es el problema de infertilidad de 1.5 millones de personas que están registradas por el INEGI”, expresó.

Eugenia Jiménez y Mina Santiago

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